8/1/09


Un discurset de "El novio de mi madre" que em va semblar molt curiós:

Ah... ¿Impresionante verdad?

La gente tiene tendencia a considerarme como una chiflada medioambiental. Cada vez que me pongo a trabajar me dicen: "Madre naturaleza, eres una zorra negativa". Pero lo que a vosotros os parecen desastres, yo lo llamo sentar las bases para la próxima generación. Hay que proveer de alimento a los nuevos animales. Los grandes se comen a los pequeños, y en lo más alto de la cadena alimenticia están los humanos, que antes eran muy agradecidos y todo iba la mar de bien, hasta que llego una generación de egocéntricos: los hijos del baby boom. Esos niños mimados de la postguerra tuvieron la oportunidad de pasarse la vida haciendo aquello que les venía en gana. Por ejemplo, cuando los hombres se iban a la guerra, bueno toda esa agresividad masculina iba encaminada a fortalecer a su grupo, pero de repente les dio por decir: "Esta guerra no va conmigo, me quedaré en casa". Y cuando llegaba la hora de que las mujeres dejasen de jugar y empezasen a tener hijos salían con eso de: "Ante todo somos profesionales, los hijos pueden esperar". Y estos crecían obsesionados por el dinero y acumulando posesiones inútiles. No pensaban en que estaban agotando los recursos naturales, contaminando el agua y haciendo agujeros en el cielo. Pero ahora verán. Oh... ¡Sí sí sí, porque ahora, ahora se harán viejos! Oh... ¡No les va a gustar! Y dirán: "¡Noo yo no quiero tener papada!". Se quitarán la piel del culo para ponérsela en la cara. No es natural. Eso no es natural. Me vendrán con lo de: "¡Oh, no no, no queremos hacernos viejos, queremos ser siempre jóvenes, por siempre jamás!". ¿Y sabéis lo que les diré yo? ¿Sabéis lo que les diré?: "Y una mierda, chatos".

2 comentarios:

  1. curiós curiós... a la vegada que interessant

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  2. Nos hemos vuelto tan extraños a nosotros mismos (alienados) que ni siquiera podemos proyectarnos unos años a futuro. Ha sido tan fuerte esto de deshistorizar la subjetividad y subestimar el saber por experiencia, sobrevalorar el consumo de bienes, estética y poder que hemos perdido al tiempo como factor de maduración, de crecimiento, de acumulación, de desarrollo, de aprendizajes, de reflexiones y de cuidados. Hemos reificado otras cosas más triviales, alivianando nuestros espíritus y maquillando nuestras identidades. Coincido totalmente contigo cuando a esto llamas "chatura".

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