Mientras comía algo antes de la "entrevista" de trabajo, escuché al camarero hablar con una de las camareras. Decían algo así:
- Que el pedal del embrague siempre ha estado en la izquierda, al menos en España.
- ¿Seguro?
- Que sí mujer... Que sí... Segurísimo. Que yo llevo toda la vida conduciendo.
- ...
- ¿Sabes que le pasó a una amiga? Era su día de examen práctico, y el examinador siempre se sienta detrás. Pues el tío abrió su periódico y se pasó todo el rato leyendo. Mi amiga hizo todo bien, paró en los stops, aparcó como debía... Entonces cuando se acabó la prueba el examinador dijo: "Estás suspendida". ¿Y sabes porqué? Le dijo que con el periódico abierto no podía ver que pasaba desde el retrovisor interior. Fíjate tú, que cosas. Si mi amiga lo hubiera hecho bien del todo le habría dicho que por favor bajara el periódico, que no veía.

Y la cara que se me quedó al oírlo... Una mezcla entre sorpresa y simpatía y unas ganas locas de decirle al camarero: "¡Que cabrón el examinador!" Pero desde hace un buen tiempo no me gusta cotillear con cualquier desconocido ni meterme en asuntos ajenos (aunque como podéis ver, si escucharlos y escribirlos en un blog). Así que callé, para poder volver a ese bar a echar el café de buenos días, tranquilamente y de vez en cuando, eso sí, si me contratan...
Lo dicho, a ver si hay suerte, toco madera.